El papel de la celebración en la transformación cultural

En Great Place to Work® entendemos Celebrar como la puesta en valor de los éxitos y el trabajo de manera distintiva, generando contextos donde las personas puedan disfrutar de ser miembros de la organización. En los excelentes lugares para trabajar, se ha generado una cultura donde se vive la celebración de forma constante. Está presente como forma de inspirar a las personas a conseguir más éxitos y generar orgullo de pertenencia. 

Respecto al orgullo, muchas personas preferimos estar en equipos exitosos. De hecho, sólo un 10% de las personas que encuestamos en 2019 y 2020 afirman no estar orgullosas de lo que logra su empresa (667.753 encuestas realizadas) independientemente del sector, tamaño, grado de madurez, etc. 

Teniendo en cuenta nuestra definición, en muchas empresas españolas (que tienen la intención de cuidar a sus empleados) no encontramos una cultura de celebración. Sí que hacen cenas de navidad (cuando se podía), algunos sí que celebran los aniversarios (40, 50, 80… años) e incluso se celebran hitos clave (adquisiciones, apertura de nuevas oficinas…) pero pocas empresas celebran el día a día y los pequeños avances. 

Celebrar los grandes hitos de una empresa está muy bien y es necesario, pero ¿todos son partícipes de ellos? ¿Cuál es la influencia real de una persona en ellos? 

Para poder crear una cultura de celebración empezar pensando que algunas cosas han de poderse celebrar en cualquier momento, por cualquiera y de forma espontánea. 

Haciendo tangible la celebración: micro éxitos

Toda empresa que tenga una estrategia y una definición de objetivos (objetivos, BSC, KPI’s, OKR’s…) puede:

  1. Priorizar el/los objetivos más importantes.
  2. Dividir dichos objetivos en pequeños hitos.
  3. Diseñar un cuadro de mando accesible a todos y asociarlo con rutinas divertidas.  
  4. Disfrutar implantando la iniciativa

Si no mides no podrás celebrar en el día a día. Seguramente centrarás tus esfuerzos en la cena de verano y navidad.

Un ejemplo de empresa que incorpora en su cultura empresarial, la celebración.

El sugómetro: esta compañía de 200 empleados/as incorporaba un sugus por cada venta realizada en los distintos departamentos. La persona que realizaba la venta tocaba una campana, recibía aplausos por parte de sus compañeros e introducía un sugus en la vitrina. La vitrina tenía un medidor de la cantidad de ventas necesarias. 

La celebración de las pequeñas ventas es tangible para los demás, cualquiera puede ser el que consiga ese éxito y en segundos se refuerza la conducta esperada.

Si quieres más ejemplos o quieres que os ayudemos avanzar en una cultura de orgullo y celebración contáctanos en Transforma tu Empresa.

En todas nuestras empresas participantes, medimos la integración de las iniciativas con la estrategia de la organización. Medir la integración, nos sirve para entender si realmente tiene sentido aquello que se hace respecto a la cultura de la compañía. Para genera una cultura de celebración es clave que lo que se celebra sea relevante para los objetivos de la compañía, ha de estar integrado. 

Nos emocionamos cuando los equipos de ventas nos cuentan que tienen una campana en sus compañías y las hacen sonar cuando hacen una venta. Nos emocionamos cuando los equipos realizan una definición de la estrategia y un plan. Nos emocionamos cuando los directivos/as de nuestra comunidad consiguen reconocimientos. Nos emocionamos porque nos imaginamos el esfuerzo que se ha de poner en marcha, todas esas personas están mostrando una corresponsabilidad extraordinaria y lo hacen al servicio de la compañía

Generar ese momento, hacer una ceremonia en el que todos los miembros atiendan y conectar los valores de la compañía con la celebración es obtener una matrícula de honor en el curso de celebración. Conectar los valores significa algo tan sencillo como decir: “quiero que todos nos demos cuenta como a través de la proactividad de cada uno de vosotros hemos conseguido…”

La influencia en la transformación cultural

Los cambios o transformaciones no son fáciles. Las viejas rutinas o los procesos establecidos frenan la implantación de las nuevas rutinas. Cuando se está en un proceso de cambio (personal u organizacional), arrastramos largas cadenas con peso y necesitamos ilusionarnos con el cambio. De la misma forma que cuando cogemos aire, tenemos que coger energía positiva y ahí es donde entra la celebración. 

En el ejemplo anterior ¿Qué nos permite el sugómetro? 

Nos permite reconocer públicamente una conducta determinada como la pauta esperada por los demás. En el caso de querer incorporar una nueva cultura en la compañía es centrar la atención en lo que se espera.

Caso “Cultura de conflicto”: en una compañía de 43 empleados observamos que recurrentemente los equipos dedicaban un tiempo mensualmente a comentar los conflictos que tenían internamente. Los conflictos enmascaraban una falta de exigencia por parte de los mandos quienes preferían mantener una cultura “Great Place” donde no hubiera “malos rollos”. 

La falta de exigencia había desequilibrado la balanza Orientación a resultados y Orientación a personas; había generado un Great Place y no un Great Place to Work®. El hecho de que los equipos dedicaran tiempo a los conflictos de forma improductiva había generado el aprendizaje de que eso era lo esperado. 

Nuestra intervención se centró en empezar a promocionar los éxitos con micro- celebraciones (empezando por aplausos, reconocimientos públicos y por último el retorno de las cenas de verano/navidad). Durante el proceso de cambio no se atendían conflictos sin que tuvieran propuestas concretas de mejora. Bajo el lema “con propuestas no hay conflictos” la compañía pudo evolucionar. 

En los proyectos de Transformación Cultural y cuando el ambiente de trabajo es negativo, es muy habitual empezar con celebraciones informales para “romper el hielo” y desbloquear posiciones. Como inicio no está mal, sin embargo, el movimiento de transformación cultural puede perder sentido si no hacemos evolucionar esas dinámicas de celebración a otras más relacionadas con los éxitos que se quieren conseguir.

Profundiza sobre cómo llevar a cabo una transformación cultural en esta entrada. 

La celebración dentro la empresa, mucho más que una moda

  • Celebrar no es tomarse cañas es generar momentos en los que disfrutar los éxitos conseguidos animando a todos a atender. 
  • Muchas personas quieren que su compañía tenga éxito y sólo 1 de cada 10 no se siente orgulloso de los éxitos que consiguen. 
  • Celebrar grandes hitos está bien, celebrar pequeños éxitos es la clave para consolidar las conductas esperadas en una transformación cultural.  
  • Diseña los objetivos para que tengan micro-éxitos.
  • Sed muy contundentes explicando por qué se celebra. 
  • Disfruta y haz disfrutar de las celebraciones.