TRANSFORMACIÓN DIGITAL: WISE Workers, el cambio cultural que la innovación empresarial necesita
Dice mi amiga Anna Martí que ella no pretende dejar un mundo mejor a sus hijos, sino unos hijos mejores para este mundo. Es evidente que no conseguiremos un mundo más sostenible si las personas no somos mejores de lo que hemos sido hasta ahora. Lo mismo sucede con las empresas. Muchas de ellas se encuentran inmersas en dibujar desafiantes planes de transformación digital que lanzar rápidamente para no quedarse “descolgados”. Sin embargo, son una minoría las empresas u organizaciones que se han detenido a analizar qué aspectos o características debe cumplir esa transformación digital de la que todo el mundo habla.
En un elevado número de casos, lo que nos encontramos son planes de transformación repletos de innovación pero sin ideas de mejora en algo básico: las personas. Pocos son los planes estratégicos que en su nueva identidad transformadora incluyen también un cambio cultural o de estructura empresarial.
Muchas veces se elaboran estos planes estratégicos sin pensar ni contar con la opinión de sus empleados, lo que supone un tremendo error. Y es que el primer concepto que debería quedarnos claro es que no existe transformación digital si no hay transformación humana. La gran mayoría, después de algunas sesiones, acaban entendiendo el poder que puede llegar a alcanzar un cambio cultural, pudiendo conseguir así una compañía mucho más digital, mejor y más eficiente. Como decíamos al principio, debemos tener mejores empleados para tener una mejor compañía, y para ello, hay que apostar por la transformación y adaptación de la cultura empresarial.
Wise Workers: la transformación de las empresas
La digitalización y la crisis post pandémica van a destruir millones de empleos, muchos de los cuales puede que no se vayan a restituir nunca. Además, es muy probable que los empleos que permanezcan sufran cambios o variaciones significativas. Del mismo modo, muchos perfiles profesionales se transformarán y aparecerán otros nuevos que a día de hoy desconocemos. Hoy en día ya estamos viendo como el perfil del trabajador que las empresas necesitan está cambiando al igual que lo está haciendo el perfil de la empresa deseada por la gente con talento.
Si echamos la vista atrás, hace una década los jóvenes se hubieran matado por entrar en una multinacional, una empresa de Ibex-35 o una gran compañía. Hoy en día los jóvenes con talento y competencias avanzadas se lo piensan dos veces antes de aceptar una oferta en tales empresas. Gran parte de estos jóvenes prefieren startups con pocos empleados pero altos potenciales de crecimiento, oportunidades de transformación y promesas jugosas de inversores.
Hoy las empresas buscan WISE Workers, trabajadores «sabios», con conocimientos que aporten valor a la compañía. De hecho, también es el acrónimo de aquellos empleados que trabajan With Information, Science & Emotions. Por si fuera poco, la fonética en español nos recuerda a GUAIS, aquellos trabajadores que molan, los que gustan y se gustan. Estas son las características que ponen encima de la mesa las empresas para contratar a sus nuevos empleados, estas son las competencias que quieren transformar en los que ya forman parte de la compañía.
Los WISE Workers se caracterizan por dos tipos de competencias:
- Por un lado, las competencias digitales, imprescindibles en un mundo globo-digitalizado.
- Por otro lado, las competencias emocionales, imprescindibles en un mundo sometido a un cambio y unas exigencias extraordinarias.
Estos nuevos empleados necesitan estar liderados de una nueva manera, dejando atrás formas antiguas de gestionar equipos donde el ordeno y el mando era lo que destacaba. Del mismo modo, los WISE Workers buscan líderes emocionales, que les reten y acompañen al futuro ilusionante que han diseñado para la compañía, no exentos de dificultades y desafíos, pero con grandes recompensas. Lejos queda ya la micro supervisión del jefe. Este nuevo estilo de liderazgo resulta ser mucho más inspirador y comprometido que el ya arcaico y antiguo modelo. De hecho, hoy en día es fácil poderlo identificar en grandes empresas tecnológicas y en compañías como Amazon o Tesla.
También los entornos de trabajo van a sufrir grandes cambios, con espacios abiertos y flexibles, llenos de colores que recuerden el contacto con la naturaleza y las emociones positivas, que permitan la comunicación e interacción con otros miembros de la organización sin barreras, con eliminación de espacios cerrados para mandos intermedios.
Incluso la forma que tenemos de reunirnos está cambiando. Evolucionamos hacia un formato mucho más flexible, ameno y distendido: llegan formatos como los micro-meeting-spaces que se dispersan por toda la estructura y los drink&food corners como punto de distensión y colaboración. Los common-gardens sirven como actividad sostenible y solidaria, algunos de los cuales incluyen urban-garden de especias aromáticas. En cuanto a la liberación de espacio y digitalización de nuestras tareas más cotidianas, es importante remarcar que la desaparición del almacenaje analógico y el free-sit liberarán entre un 10 y un 20% de espacio.
La propia organización de la empresa tendrá una nueva evolución, mucho más allá del paso de la jerarquía a la redarquía propuesta por las organizaciones AGILE, y sobre la base de las organizaciones TEAL propuestas por Frederic Laloux con un propósito evolutivo pero orientadas a equipos autoorganizados con proyectos transversales y muy orientados a los clientes finales. El modelo final tenderá hacia la Helix-Organization. Una línea desarrolla a las personas y sus capacidades, define los estándares y la forma de trabajar para alcanzar la excelencia. La otra línea de responsabilidad se centra en que los empleados se centren en conseguir los objetivos de negocio, acepten las prioridades y creen valor para la compañía y una buena experiencia de cliente.
De esta forma, los criterios para establecer los mejores lugares para trabajar también cambiarán y, con ellos, las organizaciones empezarán a incorporar las siguientes características:
- Líderes y Directivos: Emocionales, inspiradores y ejemplares. Sin dobles gorros ni con empleados con diferentes dependencias (jerárquica o funcional)
- Empleados: WISE Workers, con competencias digitales y emocionales, con capacidad de autoformación y de autoorganizarse. Es un líder de conocimiento para otros miembros de la empresa y un creador de valor con su trabajo diario.
- Espacios: se estilizan, se abren y se convierten en home-like spaces, sostenibles y agradables, pero también se deslocaliza dónde y cuándo los empleados tienen que trabajar.
En definitiva, estamos ante un nuevo cambio de orden empresarial que intenta responder con rapidez a las fuerzas la de la globo-digitalización, la protección de la salud, los bloques geoeconómicos mundiales, la protección de la sostenibilidad planetaria y el cambio de modelo social que recorre el mundo.
Si te quieres conocer más sobre la comunidad de WISE Workers, visita www.wiseworkers.es o contacta directamente con Ramón Cabezas.
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