Ser un Best WorkPlaces

¿Cuándo volverá a temblar el mundo? Independientemente de cómo y cuándo suceda, sabemos que los Best Workplaces volverán a destacar. Es tan fácil como eso, los que se preparan, reducen los riesgos ante la incertidumbre. Los que cuentan con su equipo, estarán mejor preparados para salir resarcidos y exitosos de los momentos de crisis.

En 2020, la COVID-19 hizo temblar el mundo forzando a las empresas a replantear muchas de sus estrategias. Cualquier expectativa de futuro, tuvo que ser cuestionada de un día para otro. En el caso de las empresas Best Workplaces, mantuvieron su apuesta en el largo plazo; produciendo una subida en sus indicadores de corresponsabilidad y compromiso por parte de sus empleados.

Si algo hemos aprendido es que en una crisis hay que estar junto al equipo. Es fácil estar al lado de alguien cuando las cosas van bien, pero es en los momentos difíciles cuando se demuestra la confianza. Estar presente es trabajar en equipo para anticiparse y tomar decisiones.

La preparación como camino al éxito

Muchas compañías planifican acciones y ponen en marcha programas que creen que impactarán positivamente en la organización sin tener en cuenta la opinión del empleado reduciendo el impacto de la iniciativa. Colaborar junto al equipo para definir iniciativas aumenta la calidad de la solución y el ajuste a las necesidades del equipo. De la misma forma pasa con el reconocimiento, Best Workplaces adquiere un valor diferencial, ya que  necesita que la marca empleadora esté avalada por los propios empleados de la organización. Pues el reconocimiento Best Workplaces de Great Place to Work depende de la opinión de los empleados. Si los empleados consideran que no es un Excelente Lugar para Trabajar, no se entrega.

Y en este punto, vemos que hay dos tipos de compañías.

  • Por un lado, las que quieren salir guapas en la foto y plantean cuál es el mejor momento para preguntar a sus empleados y obtener la respuesta deseada. Quizá si tu empresa es de este grupo pensarás que una crisis mundial no es el mejor momento para salir bien en la foto.
  • Y por otro lado están las compañías cuyo objetivo no es salir guapos, sino serlo. Esto implica prepararse, y preguntar a los empleados su opinión, aun sabiendo que habrá aspectos que se detecten como áreas de mejora. Este ejercicio lo repiten incorporándolo en su cultura. Estas compañías han comprobado que contando así con las personas y haciéndoles sentir involucradas, reciben su confianza y su compromiso por mejorar. En resumidas cuentas, compañías que siempre están, independientemente si el contexto es positivo o está marcado por una crisis mundial.

Y tú, ¿eres del primer o del segundo grupo?

Las prioridades en la toma de decisiones

En cualquiera de las decisiones que se tomen en tu organización, podéis tener en cuenta muchos factores, uno de ellos es buscar el impacto en el corto plazo o buscar el impacto en largo plazo.

Priorizar el largo plazo significa invertir en generar relaciones sólidas, en productos/servicios que aporten valor a la sociedad y buscar la mejor manera de transformar tu negocio. Gracias a esta estrategia, muchas compañías son casos de éxito, se centran en innovar, aportar valor a la sociedad, cuidar a sus empleados, entre otras.  

Pongamos algunos ejemplos:

  • Pagar menos teniendo más rotación o crear un equipo sólido subiendo costes salariales.
  • Aumentar la presión si no se consiguen los resultados o invertir tiempo/recursos para encontrar una estrategia mejor
  • Cambiar las oficinas por que los objetivos van bien o adaptarlas a las necesidades de tu equipo
  • Reconocer a la persona que firma los contratos o a los equipos que hay detrás para conseguir las ventas
  • Creer que la información es poder o pensar que todo el mundo ha de estar informado
  • En una crisis mundial, ¿reducir tu plantilla salvando costes o aprovechar el talento de tu equipo para reinventarte gracias a la menor actividad?
  • Hablar de lo bueno que eres como empleador o preguntárselo a tus empleados.

A la hora de tomar decisiones, puedes elegir una u otra estrategia, pero irremediablemente tu decisión impactará en el largo plazo. Cuando inviertes, te prepararás para ser mejor en el futuro; un futuro que puede estar a la vuelta de la esquina.

La toma de decisiones en las Best Workplaces

Las Best Workplaces tienen claro que lo importante son las personas, y están constantemente cuidando sus relaciones. Lo hacen porque saben que es una apuesta por el futuro y la sostenibilidad de su negocio. De hecho, seguro habrás escuchado que lo importante es cuidar de los empleados, ya que así ellos cuidarán de los clientes. Muchos pensareis que es una obviedad, pero ¡ojo!, que en el día a día puede haber agentes externos que te hagan despistarte de esta prioridad.

Para las Best Workplaces la prioridad son siempre las personas porque saben que ellas serán las protagonistas de la consecución de los resultados.

Ser un Best Workplace implica no solo pensar de esta forma, y ser consecuente con ella cada día, implica también preparar a tu organización para que esta estrategia sea aceptada y se convierta en cultura.

Ser un Best Workplace es sinónimo de equilibrio entre una máxima orientación a las personas y una máxima orientación a los resultados. Por este motivo, como empleado, como cliente y como miembro de la sociedad, siempre podrás confiar en las compañías Best Workplaces.

Algunos datos de los Best Workplaces

Os mostramos algunos datos que manifiestan una gran cantidad de historias y experiencias extraordinarias en el lugar de trabajo:

El 91% de las personas que forman parte de las Best Workplaces 2021 se siente orgulloso/a de la empresa en la que trabaja, lo que supone un impacto en su compromiso con los resultados. El 84% afirma que en su compañía las personas están dispuestas a dar más de sí mismas para hacer su trabajo. Y no solo sacan la mejor expresión de su talento, además están dispuestas a ponerlo al servicio de la organización por mucho tiempo: su índice de retención de perfiles comprometidos alcanza el 84%.

Las Best Workplaces 2021 cuidan de forma excelente las relaciones entre las personas, de forma que 9 de cada 10 confirman que pueden ser ellos/as mismos/as en su lugar de trabajo. En este entorno de confianza, la diversidad de perfiles y opiniones se convierte en una oportunidad muy valiosa para ser cada vez mejores.

Sus líderes son competentes, honestos, y establecen relaciones basadas en la confianza y en el respeto hacia las personas. Su competencia más destacable es el empoderamiento y responsabilidad para hacer que la compañía avance hacia el éxito, y así lo confirman en 86% de los participantes en el estudio. Adicionalmente, más del 80% coincide en que sus líderes demuestran interés en ellas como personas y no solo como empleados.

Prepara a tu empresa para ser un Great Place to Work

Querer ser un Great Place to Work es querer tener una cultura de éxito y compromiso dentro de la compañía. La clave para conseguirlo es tener el firme convencimiento de que cuidar las relaciones pensando en el largo plazo traerá beneficios. 

Observando a las compañías nos dimos cuenta de que las empresas que son casos de éxito siguen 4 etapas en su preparación como Great Place to Work:

  1. Definen y promueven una visión de compañía
  2. Diagnostican su punto de partida: frenos y facilitadores respecto a esa visión
  3. Se ponen en marcha diseñando nuevas formas de trabajar y realizando cambios en las iniciativas que ya no sirven
  4. Sostienen el cambio manteniendo la ilusión, corresponsabilidad y compromiso por parte de sus empleados.
María Vento - Directora de diagnóstico cultural

María Vento Bolaño – Directora de Diagnóstico Cultural y Ranking Best Workplaces